sábado, 12 de abril de 2008

La banca española, que no da un duro por el inmobiliario patrio, sí financia ladrillo en Portugal

“Menos mal que nos queda Portugal”, comentaba recientemente en tono jocoso el portavoz de una gran inmobiliaria española en dificultades. Eso mismo deben de pensar grandes entidades, tal que Santander y BBVA, y cajas de ahorros, como Caixa Galicia, que no dan un duro por el sector inmobiliario en nuestro país, pero que sí financian hipotecas para viviendas turísticas en el país vecino. La gallega Caixanova va aún más lejos, ya que es la principal financiadora del proyecto. Glamour no le falta: entre sus compradores se encuentran personalidades del mundo del deporte como el entrenador del Chelsea Mourinho y entre la veintena de reconocidos arquitectos internacionales que han diseñado los chalets se encuentra, por ejemplo, Álvaro Siza Vieira, conocido por sus desavenencias con la baronesa Thyssen a cuenta de la remodelación del Eje Prado-Recoletos de Madrid.
[...] De los 601 chalets proyectados, 515 están ya vendidos. El 32% de ellos, a españoles. “Algunos de los clientes españoles interesados, están esperando a vender en España antes de adquirir una de nuestras unidades en Portugal”, afirman portavoces de Bom Sucesso. El perfil comprador es la clase media-alta o alta. Nos dirigimos al 16% del mercado, la parte alta de la pirámide. El proyecto está teniendo muy buena acogida especialmente entre los profesionales liberales: médicos, pilotos, notarios... Nuestro cliente tipo busca una segunda residencia, pero la inversión tiene que ser buena. De hecho, según ha revelado Antonio Caiado Silva Pereira, administrador de la promoción, perteneciente al grupo luso Acordo, los precios de estos chalets se han revalorizado un 80% en tres años.
Los precios oscilan entre los 250.000 euros de las viviendas de una habitación hasta los 400.000 euros de las de tres habitaciones. Las viviendas se pueden adquirir en régimen libre o en régimen turístico. Este último se aplica sobre todo a la adquisición de los adosados. Consiste en la adquisición, en propiedad plena, del chalet, el cual se cede para su explotación turística durante parte del año, y con acceso a compensaciones financieras y a un elevado nivel de servicio. En el precio estarían incluidos los muebles y el equipamiento. La rentabilidad del alquiler mientras no se use, es para el propietario, descontando un porcentaje por la gestión.
Además de las entidades señaladas, Caixa Geral de Depositos, Banco Espirito Santo, Millenium bcp y Barclays figuran como socios de financiación a clientes. Desde su stand en el Salón Inmobiliario de Madrid este año, su administrador asegura que están teniendo una buena acogida por parte de la demanda. “Portugal no está en la misma situación inmobiliaria que España”, asegura.

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